lunes, 31 de marzo de 2008

Cuatro cucos en America





Descubierto el Nuevo Mundo

Partió solo y sin mozuela

Y al Caribe puso rumbo

Don Andrés de Valenzuela



En el catalogo de pasajeros a Indias ( Archivo de Indias, Sevilla) encontramos a tres cucos que parece ser que fueron los primeros que cruzaron la Mar Oceana buscando un futuro mejor en las Indias Occidentales. No habían transcurrido 19 años del descubrimiento, cuando Andrés Valenzuela, natural de Almodóvar del Río, hijo de Hernán López Canalero y de Inés de Valenzuela decidió embarcarse hacia el Nuevo Mundo, exactamente el 8 de Agosto de 1511.

Años más tarde, el 18 de Julio de 1567, otro cuco emprendió el viaje que lo llevaría al Perú como criado de Hernán de Arias y Saavedra. Nuestro paisano se llamaba Baltasar González, era soltero e hijo de Bartolomé González y de Mecía González.

El 28 de Febrero de 1614 se inscribe en la lista de pasajeros que van a partir para Isla Margarita, Ambrosio de Espinosa, contador de la Real Hacienda de la Isla Margarita acompañado de su mujer, dos hijas y un hijo, dos criadas, un ama de llaves con su esposo y un criado llamado Marcos de Rueda, también natural de Almodóvar del Río e hijo de Gabriel Gil de Rueda y Francisca Fernández.

A mediados del siglo XVII, exactamente, el 4 de Mayo de 1643 embarcó para el Perú otro paisano nuestro. Se llamaba Luis Antonio de Mora y Aguilar natural de Almodóvar del Rio , hijo de Luis Antonio de Mora y de Maria de Aguilar, que acompañaba a Lorenzo de Torres y Sosa, maestrescuela de la Catedral de Arequipa como criado a su servicio.

Si los tres últimos acompañaron a sus respectivos señores, desconocemos los motivos que impulsaron a Andrés de Valenzuela a semejante odisea marítima, desafiando a las tormentas oceánicas y a los monstruos marinos que acechaban a los navegantes desprevenidos.

Su nombre, bien merece una calle en el pueblo que lo vió nacer.

Gracias a un lector anónimo que ha ampliado la lista con suministrando la información referente a Luís Antonio de Mora y Aguilar.

martes, 18 de marzo de 2008

El castillo de Abecera S.A.




Me he permitido cambiarle el nombre al castillo de Almodóvar del Río y sustituirlo por su nombre verdadero. Abecera es la sociedad anónima responsable de su gestión y del proceso de tematización, proyectado para atraer a un turismo poco exigente y rentabilizar al máximo el monumento.

Parece, que dado el incremento en el número de visitas y de los precios de entrada, el objetivo se va consiguiendo año tras año. Para evitar en lo posible que los turistas más listillos o más remisos a la hora de pasar por taquilla se introduzcan en el castillo sin el consentimiento de sus anónimos gestores, estos han cerrado con una reja la cueva por la que se colaban. Gracias a esta tajante medida, las cuentas les salen redondas.




Pero no solo son las visitas al castillo la única fuente de ingresos, como todos sabemos y soportamos en las cálidas noches de verano. Una gran carpa desmontable se alza durante los meses más fríos y templados en la plaza de armas, rodeada de grandes compresores de aire acondicionado que introducen ,sus flexibles tubos, en las mismas entrañas de la enorme tienda, para calentar el ambiente de bodas, bautizos, comuniones y demás actos culturales.




Adolfo Fernández de Casanova, ilustre arquitecto de principios del siglo XX y miembro de la Real Academia de Historia, no tenia la suficiente imaginación ni la capacidad fabulatoria de estas entidades anónimas, que han salpicado la fortaleza de los pequeños detalles que al insigne restaurador del monumento se le pasaron por alto.

Los caños de una fuente, con su pilón, escoltado por coniferas incipientes, es uno de estos detalles que debemos agradecer a las mentes anónimas, que han elegido para su ubicación el lugar más adecuado, evitando afear sobremanera la plaza de armas y la vista de la imponente Torre del Homenaje.



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Parece que el arquitecto no tuvo en cuenta las posibilidades futuras del monumento cuya restauración le fue encargada. ¿Como no se le ocurrió al ilustre académico conectarlo con el alcantarillado público del pueblo que se refugia bajo su sombra y protección? Puede ser que en aquellos tiempos los preceptos de higiene pública no fueran lo suficientemente conocidos o se tuvieran en escasa consideración. Sin embargo, y a pesar del vertiginoso progreso al que ha asistido la humanidad en los últimos cien años, se sigue vertiendo al cerro de la Floreta, en su cara Sur (por el lado de la Cortadura, para entendernos), las aguas fecales, producto de las “cagadas” y “meadas” de los de la fortaleza y de sus visitantes.

Y llegamos al monumento de los monumentos. A la joya suprema que alberga en su interior. La portentosa Excalibur. La espada de las espadas. La leyenda hecha realidad. ¡ Hela aquí!




Que importan castillos, reinos, condados,ducados, autonomías y estados soberanos si esta empresa anónima tiene la espada en su poder. ¡Temblad vasallos y demás villanos! La espada nombra alcaldes y reyes. ¡Ay de aquel que ose oponerse a los designios de los dueños de Excalibur! Solo una mano poderosa puede sacarla del peñasco, pues como dice la leyenda: “Aquel que la metió, que la saque”.




El castillo de Abecera. Una pantomima del castillo de Almodóvar del Río. Una espina clavada, que, como la espada, será muy, pero que muy difícil extraer del corazón de Almodóvar.

Perdonadme el lenguaje soez y en ocasiones vulgar que cuando hablo del castillo empleo, pero me es imposible refrenarlo. Lo siento si vuestra sensibilidad se ve afectada.




No me gustaría finalizar mi zurriagazo sin que conozcáis otra leyenda o dicho que circula soterradamente, pero cuya fuerza va creciendo en la conciencia de los cucos y que dice que aquel o aquella que mande la espada al carajo “ un buen par tendrá debajo”.

viernes, 14 de marzo de 2008

Almodóvar del Río.Epigrafía romana y visigótica.

Escrito que Don Enrique Romero de Torres cursa al Excmo. Sr. D. Antonio Cánovas del Castillo, Director de la Real Academia de la Historia y publicado en el año de 1987 en el Boletín de la Real Academia de Historia.



Excmo . SR . :

Hace unos meses tuve noticia que en el inmediato pueblo de Almodóvar del Río, la antigua Cárbula (Hübner, 2322-25), habíase descubierto un mosaico -de grandes dimensiones en el sitio denominado Dehesa de la Barca, próximo á la margen izquierda del Guadalquivir. Invitado por mi afición á la ciencia arqueológica fuí á ver este descubrimiento ; y aunque poco tiempo pude disponer en mi rápida visita á dicho pueblo, no obstante aproveché bien las horas de mi estancia allá, y no fué del todo infructuoso mi viaje. Por desgracia el mosaico objeto de mi excursión había sido ya destrozado por la ignorancia y la barbarie, y solamente pude apreciarlo á la ligera en un hermoso trozo y varios fragmentos que por curiosidad obran en poder de algunos vecinos del mencionado pueblo. No tiene, en nuestra humilde opinión, la importancia que antes de conocerlo creímos tuviese, al asegurarnos alguien que era parecido á los que se conservan en la Huerta de los Arcos, propiedad del ilustre prócer Excelentísimo Sr. Marqués de la Vega de Armijo, descubiertos hace años en sus posesiones de Bobadilla ; pero, aunque muy inferior á éstos, por pertenecer á época distinta y decadente, como claramente lo indican sus sencillas labores compuestas de tesseras negras y blancas de tosca ejecución, que hacen estimarlo, al parecer, de la dominación visigoda, sin embargo, es curioso por su gran tamaño, por el carácter peculiar de su dibujo y por el sitio en que se ha hallado, en el que diariamente. se están encontrando lápidas, objetos y fragmentos importantes . Algunos de éstos conserva el vecino D. Antonio Córdoba Espejo, que tuvo la galantería. de enseñarme su pequeña colección arqueológica, la cual, debida á su afición, ha llegado á formar, compuesta de ánforas, ungüentarios, monedas, urnas cinerarias y dos lápidas visigodas y otra. romana, cuyas inscripciones copio á continuación .

La primera y mejor conservada dice así en toscos caracteres :

SANCTVS ( FAM.VLVS DEI I VIXIT ANNOS I XX RECESSIT 1 IN PACE

SVB DIE I VII IDVS FEBRV . . . . .

La segunda está muy mutilada y debió ser muy hermosa y de algún personaje importante romano.

Dice así en grandes y bellos caracteres :

CATVLL . . . . .

A N N O . . . .

S EST-S

La tercera, ó sea el reverso de la anterior, dice en iguales caracteres que la primera:

NVS . . . . . 1 CESSIT IN PACE 1 SVB DIE XVI KL I SEPTEMBRIS

Lo que tengo el honor de poner á la consideración de V . E por si dichos datos históricos los juzga importantes para publicarlos en el BOLETÍN de esa Real Academia. Dios guarde á V. E. muchos años.

Córdoba, 22 de Julio de 1897 .

ENRIQUE ROMERO DE TORRES.

Excmo. Sr. D. Antonio Cánovas del Castillo, Director de la Real Academia de la Historia .

jueves, 6 de marzo de 2008

Un escudo de armas tomar



Un castillo plateado
Que campo de gules acota
De la selva, cinco reyes
Rampantes, a salto mata

De corona, un marquesado
Por sombrero o mascota
Y una orla que las leyes
No dicen que lo remata





La descripción oficial del escudo de armas de Almodóvar del Río, -según el Decreto 2.857 / 1963 de 31 de Octubre y conforme al dictamen de la Real Academia de Historia,-es la siguiente:

“Escudo cortado, primero, de gules el castillo de plata; segundo, de plata, la cruz de gules cargada con cinco leones de oro. Al timbre corona de Marqués”.

El escudo es “cortado” por la mitad horizontalmente. El primero, o campo superior, es de gules (rojo granate) y castillo de plata. El segundo, o campo inferior, alberga una cruz de gules (cruz roja) con cinco leones (rampantes) de oro. Y todo el conjunto coronado por una corona de Marqués.

No se nombra, ni aparece, la orla apergaminada y enrollada que rodea al escudo. Sin embargo, si podemos observar, este ornamento adicional, en el escudo de armas que se encuentra a las puertas del transformador del Ayuntamiento.

Ateniéndonos a la descripción anterior, llegamos a la conclusión que el aditamento es fruto del artífice del escudo ( del que lo hizo) o de aquel que quiso que luciera esplendoroso en la plaza de la Constitución, encargándole al artífice ( al que lo hizo) que lo adornara todo lo que pudiera, como diploma de guardería o menú del castillo.

Esta representación del escudo, a las puertas del Ayuntamiento, no es el escudo legal u oficial de Almodóvar, puesto que se adorna de una orla que no aparece recogida en el citado Decreto, siendo, por lo tanto, una representación caprichosa y hortera de nuestro escudo; merecedora de critica y motivo irrisión entre los iniciados.

Todos somos conocedores de la corriente artística que se impuso durante la época socialista en nuestro pueblo; donde el amarillo albero de la piedra artificial, los parterres rompe piernas, las farolas elevadas sobre pedestales amarillo albero, inundaron, de la noche a la mañana, el casco urbano.

Tened, por tanto, muy presente que, ese, no es nuestro escudo hasta que sea “desorlado” por el artífice que lo hizo, recuperando la simplicidad y abandonando el barroco “rocucó” imperante por aquellos tiempos del puño y la rosa.