jueves, 10 de julio de 2008

De ríos, arroyos y embalses

Almodóvar del Rio, como la península ibérica, se encuentra rodeada por el agua. Al Sur, el Guadalquivir. Al Este, el arroyo Guadarromán y, al Oeste, el rio Guadiato, afluente del Guadalquivir. El Tartessos fenicio, el Betis romano o el Wad al Quivir árabe , cruza nuestro término municipal de Este a Oeste y, como el Nilo egipcio, riega el valle que abre entre Sierra Morena y la campiña cordobesa.

Ya en la antigüedad, el Guadalquivir era utilizado como vía de comunicación entre los pueblos ribereños, que importaban y exportaban las mercancías surcando sus abundantes aguas. Navegable hasta Córdoba, en época romana, ha perdido en la actualidad el apelativo de “ Río Grande” puesto que se ha convertido en un riachuelo que a duras penas consigue mantener un mínimo caudal. La exhaustiva e intensa regulación de su cuenca hidrográfica, ha sembrado de embalses los principales afluentes que lo alimentan, destacandose el embalse del Tranco de Beas ( Sierra de Cazorla, Jaén) a pocos kilómetros de su nacimiento; el de Iznajar ( Córdoba) , que retiene las aguas del Genil, -otro de los principales rios tributarios-, y los tres embalses del río Guadiato, -el de Sierra Boyera, Puente Nuevo y la Breña ( este último situado en el término de Almodóvar del Río y a tres kilómetros de su desembocadura en el Guadalquivir) . Muy pronto, en 2009, finalizará la construcción de La Breña II, que elevará la cota del agua embalsada decenas de metros por encima de la actual, -gracias a las escorrentías de la cuenca del Guadiato y al bombeo de las aguas del Guadalquivir; bombeo que se llevará a cabo cuando el caudal del “gran río” lo permita. De hecho treinta y dos embalses retienen las aguas de sus afluentes desde su nacimiento hasta Palma del Río.
A lo largo de sus riberas, en la epoca de la dominación romana se construyeron numerosos alfares para la fabricacion de anforas en las que se transportaba el aceite de oliva hasta Roma. En el monte Testaccio de la metrópoli romana, surgido de la acumulación de los restos de las vasijas y anforas procedentes de los más diversos confines del Imperio romano se encuentran los sellos personales con los que los almodovenses de entonces marcaban sus ánforas.

El Guadarromán o arroyo de Los Granados, según la etimología arábiga, separa los términos municipales de Almodóvar del Río y Córdoba . Sometido, como la mayoría de los cursos de agua andaluces, a una intensa acción humana que ha cambiado su curso natural, arrasado sus riberas y desbrozado todo la vegetación que lo acompañaba camino de su desembocadura, su cauce, al final de su curso, ha sido convertido en vertedero por los habitantes del Veredón de los Frailes ( barrio periférico de Córdoba, limítrofe con el termino municipal de Almodóvar del Río).


El Guadiato, que nace en las inmediaciones de Peñarroya, es un río cordobés y serrano de nacimiento. Nada más nacer, es retenido y embalsado en Sierra Boyera y , algunas decenas de kilómetros aguas abajo, vuelto a contener en el embalse de Puente Nuevo. Cuando se acerca a su encuentro con el Guadalquivir, es de nuevo embalsado en La Breña, convirtiendo el cauce, al final del trayecto, en un hilillo de agua que apenas consigue llegar a su desembocadura tras salvar más de ochenta kilómetros de obstáculos y dificultades. La riqueza de la fauna y de la flora que habita en sus inmediaciones es inmensa. Grandes manchas de bosque mediterráneo perfectamente conservado convive con olivares y encinares adehesados. En su recorrido por el término municipal de Almodóvar del Río, el Guadiato se hunde entre grandes mesas, cabezos y umbrías donde la vegetación mediterránea se muestra en toda su esplendor y generosidad. A su cauce se asoma el mirador rocoso de la Piedra del Cuervo y sus aguas, ya embalsadas, cubren, hasta la mitad, el monolito pétreo del Salto del Fraile. Salvada la presa, construida entre dos grandes cerros , en el paraje denominado “ La Cerrada del Buho”, existe desde antiguo un molino harinero que va a ser reformado para convertirse en un centro de interpretación de la naturaleza. En sus inmediaciones se construira un un jardín botánico donde se plantaran especies vegetales autóctonas.

En el embalse de la Breña, el Guadiato , recibe las aguas del río Cabrilla, que bajando desde la alta sierra contribuye y ayuda a que el embalse de la Breña suba de nivel cuando la pluviosidad aumenta. El río Cabrilla es salvado por un puente de tres ojos que quedará sumergido por la subida de la cota de las aguas tras la construcción de La Breña II.

En la margen izquierda del Guadalquivir, en la dirección de la corriente, varios arroyos rinden pleitesía al rey de los ríos andaluces que, desde la campiña cordobesa, descienden lentamente a su encuentro : el arroyo del Temple, el arroyo del Gamo, el arroyo de la Cañada, el de La Marota y el arroyo Guadalmazán. Grandes arroyos que abren amplias vegas de cientos de metros de anchura, cortando las terrazas fluviales que el Guadalquivir ha ido formando en su lento transcurrir durante millones de años. En las riberas y cauces de estos arroyos existen numerosos vestigios de asentamientos paleolíticos, encontrándose hachas de mano, bifaces y otras herramientas de piedra utilizadas por antiquísimos moradores. A la vez son refugio numerosas especies de aves y dan cobijo a grandes colonias de abejarucos.
Por la margen derecha del Guadalquivir, -bajando desde las estribaciones de Sierra Morena hasta la Vega del Guadalquivir, donde la sonora corriente se enlentece- , discurren dos arroyos que fueron utilizados para el regadío hace mas de dos mil años, durante en la época de la colonización romana de la península ibérica. A partir del Guadarromán nos encontramos en primer lugar con el arroyo de Los Peces, en cuya inmediaciones se abren las bocas de antiguas minas, y, a continuación, con el arroyo de los Majadales, en el que se puede descubrir los restos de una presa que los habitantes de la Bética construyeron para aprovechamiento de sus aguas y garantizar el riego de sus tierras.

Cruzando el cauce de estos arroyos serranos y ciñéndose al suave glacis en el que finaliza Sierra Morena, el Canal del Guadalmellato recorre esta zona de confluencia con el valle del Guadalquivir, desde el embalse del mismo nombre ( termino municipal de Córdoba) hasta las mismas puertas del casco urbano de Almodóvar del Río. El canal utiliza el trazado de un canal de riego construido en época romana y cuyos restos aun permanecen visibles en varios tramos del actual .

No creamos que Almodovar del Río se define solamente por el castillo que corona el cerro de La Floreta. El agua es otra de las señas de identidad de nuestro pueblo. Un agua abundante que nos ciñe por los cuatro puntos cardinales y cuya salvaguarda a todos nos corresponde.