jueves, 10 de julio de 2008

De ríos, arroyos y embalses

Almodóvar del Rio, como la península ibérica, se encuentra rodeada por el agua. Al Sur, el Guadalquivir. Al Este, el arroyo Guadarromán y, al Oeste, el rio Guadiato, afluente del Guadalquivir. El Tartessos fenicio, el Betis romano o el Wad al Quivir árabe , cruza nuestro término municipal de Este a Oeste y, como el Nilo egipcio, riega el valle que abre entre Sierra Morena y la campiña cordobesa.

Ya en la antigüedad, el Guadalquivir era utilizado como vía de comunicación entre los pueblos ribereños, que importaban y exportaban las mercancías surcando sus abundantes aguas. Navegable hasta Córdoba, en época romana, ha perdido en la actualidad el apelativo de “ Río Grande” puesto que se ha convertido en un riachuelo que a duras penas consigue mantener un mínimo caudal. La exhaustiva e intensa regulación de su cuenca hidrográfica, ha sembrado de embalses los principales afluentes que lo alimentan, destacandose el embalse del Tranco de Beas ( Sierra de Cazorla, Jaén) a pocos kilómetros de su nacimiento; el de Iznajar ( Córdoba) , que retiene las aguas del Genil, -otro de los principales rios tributarios-, y los tres embalses del río Guadiato, -el de Sierra Boyera, Puente Nuevo y la Breña ( este último situado en el término de Almodóvar del Río y a tres kilómetros de su desembocadura en el Guadalquivir) . Muy pronto, en 2009, finalizará la construcción de La Breña II, que elevará la cota del agua embalsada decenas de metros por encima de la actual, -gracias a las escorrentías de la cuenca del Guadiato y al bombeo de las aguas del Guadalquivir; bombeo que se llevará a cabo cuando el caudal del “gran río” lo permita. De hecho treinta y dos embalses retienen las aguas de sus afluentes desde su nacimiento hasta Palma del Río.
A lo largo de sus riberas, en la epoca de la dominación romana se construyeron numerosos alfares para la fabricacion de anforas en las que se transportaba el aceite de oliva hasta Roma. En el monte Testaccio de la metrópoli romana, surgido de la acumulación de los restos de las vasijas y anforas procedentes de los más diversos confines del Imperio romano se encuentran los sellos personales con los que los almodovenses de entonces marcaban sus ánforas.

El Guadarromán o arroyo de Los Granados, según la etimología arábiga, separa los términos municipales de Almodóvar del Río y Córdoba . Sometido, como la mayoría de los cursos de agua andaluces, a una intensa acción humana que ha cambiado su curso natural, arrasado sus riberas y desbrozado todo la vegetación que lo acompañaba camino de su desembocadura, su cauce, al final de su curso, ha sido convertido en vertedero por los habitantes del Veredón de los Frailes ( barrio periférico de Córdoba, limítrofe con el termino municipal de Almodóvar del Río).


El Guadiato, que nace en las inmediaciones de Peñarroya, es un río cordobés y serrano de nacimiento. Nada más nacer, es retenido y embalsado en Sierra Boyera y , algunas decenas de kilómetros aguas abajo, vuelto a contener en el embalse de Puente Nuevo. Cuando se acerca a su encuentro con el Guadalquivir, es de nuevo embalsado en La Breña, convirtiendo el cauce, al final del trayecto, en un hilillo de agua que apenas consigue llegar a su desembocadura tras salvar más de ochenta kilómetros de obstáculos y dificultades. La riqueza de la fauna y de la flora que habita en sus inmediaciones es inmensa. Grandes manchas de bosque mediterráneo perfectamente conservado convive con olivares y encinares adehesados. En su recorrido por el término municipal de Almodóvar del Río, el Guadiato se hunde entre grandes mesas, cabezos y umbrías donde la vegetación mediterránea se muestra en toda su esplendor y generosidad. A su cauce se asoma el mirador rocoso de la Piedra del Cuervo y sus aguas, ya embalsadas, cubren, hasta la mitad, el monolito pétreo del Salto del Fraile. Salvada la presa, construida entre dos grandes cerros , en el paraje denominado “ La Cerrada del Buho”, existe desde antiguo un molino harinero que va a ser reformado para convertirse en un centro de interpretación de la naturaleza. En sus inmediaciones se construira un un jardín botánico donde se plantaran especies vegetales autóctonas.

En el embalse de la Breña, el Guadiato , recibe las aguas del río Cabrilla, que bajando desde la alta sierra contribuye y ayuda a que el embalse de la Breña suba de nivel cuando la pluviosidad aumenta. El río Cabrilla es salvado por un puente de tres ojos que quedará sumergido por la subida de la cota de las aguas tras la construcción de La Breña II.

En la margen izquierda del Guadalquivir, en la dirección de la corriente, varios arroyos rinden pleitesía al rey de los ríos andaluces que, desde la campiña cordobesa, descienden lentamente a su encuentro : el arroyo del Temple, el arroyo del Gamo, el arroyo de la Cañada, el de La Marota y el arroyo Guadalmazán. Grandes arroyos que abren amplias vegas de cientos de metros de anchura, cortando las terrazas fluviales que el Guadalquivir ha ido formando en su lento transcurrir durante millones de años. En las riberas y cauces de estos arroyos existen numerosos vestigios de asentamientos paleolíticos, encontrándose hachas de mano, bifaces y otras herramientas de piedra utilizadas por antiquísimos moradores. A la vez son refugio numerosas especies de aves y dan cobijo a grandes colonias de abejarucos.
Por la margen derecha del Guadalquivir, -bajando desde las estribaciones de Sierra Morena hasta la Vega del Guadalquivir, donde la sonora corriente se enlentece- , discurren dos arroyos que fueron utilizados para el regadío hace mas de dos mil años, durante en la época de la colonización romana de la península ibérica. A partir del Guadarromán nos encontramos en primer lugar con el arroyo de Los Peces, en cuya inmediaciones se abren las bocas de antiguas minas, y, a continuación, con el arroyo de los Majadales, en el que se puede descubrir los restos de una presa que los habitantes de la Bética construyeron para aprovechamiento de sus aguas y garantizar el riego de sus tierras.

Cruzando el cauce de estos arroyos serranos y ciñéndose al suave glacis en el que finaliza Sierra Morena, el Canal del Guadalmellato recorre esta zona de confluencia con el valle del Guadalquivir, desde el embalse del mismo nombre ( termino municipal de Córdoba) hasta las mismas puertas del casco urbano de Almodóvar del Río. El canal utiliza el trazado de un canal de riego construido en época romana y cuyos restos aun permanecen visibles en varios tramos del actual .

No creamos que Almodovar del Río se define solamente por el castillo que corona el cerro de La Floreta. El agua es otra de las señas de identidad de nuestro pueblo. Un agua abundante que nos ciñe por los cuatro puntos cardinales y cuya salvaguarda a todos nos corresponde.

lunes, 23 de junio de 2008

El Derecho de Asonada





No ha mucho tiempo, pongamos de 800 a 1000 años, que estábamos inmersos en una época en la que el ser humano era considerado como un propiedad sujeta a la compra-venta. El siervo, que trabajaba los campos del señor feudal, era sujeto de todo tipo de impuestos y tasas que abonaba religiosamente sin rechistar. El titular del señorío era , a veces, dueño de la vida de sus vasallos o siervos y, poseía, la potestad de juzgar a todo aquel que morara dentro de su jurisdicción. Para colmo, podía catar a las doncellas desposadas, mientras el flamante esposo esperaba resignado tras la puerta, en virtud del derecho de pernada. ¡Que tiempos aquellos! Afortunadamente, hoy día, y, aunque seguimos pagando nuestros impuestos puntualmente al señor Estado, abonando algún que otro peaje cuando circulamos por autopistas construidas por otros señores y nos vemos ante el Sr.Juez si atentamos contra los derechos y propiedades de los demás, disfrutamos de un grado de libertad inimaginable para nuestros antepasados, ya fueran señores, vasallos o siervos de la gleba.

Pero, y siempre los hay, en Almodovar parece que las cosas no han cambiado mucho e incluso han empeorado, pues un nuevo derecho ha venido a sumarse a la larga lista de aquellos que creíamos extinguidos. Y es que en nuestro pueblo, desde el castillo de la Floreta se nos ha impuesto un nuevo derecho, que se les pasó por alto a los mandamases de la Edad Media. Estamos hablando del Derecho de Asonada.

En que consiste tan novedoso invento. Pues ni más ni menos que en mantener, a los siervos cucos, como mínimo, una noche a la semana en constante vigilia, y preferentemente, el sábado. El método empleado consiste en lo siguiente: Cójase una boda castillera de varias centenas de invitados y, acabados los postres, ordénese a la orquesta contratada para amenizar el evento que ataque con un machaqueo musical constante a base de canciones veraniegas, grandes éxitos de los 80, primeros puestos de los Cuarenta Principales y bailongos sudamericanos. Eso sí: que no se nos olvide “Paquito el Chocolatero”, ni el “Sobreviviré” de Gloria Gaynor, ni el “Venao”, ya que de siervos estamos hablando. Para evitar el vaivén de las ondas sonoras a través del viento, -que podría poner en peligro o revertir el estado de vigilia insomne-, subamos el volumen de la etapa de potencia al máximo, con el objeto de garantizar un flujo sonoro de intensidad y dirección constante hacia el casco urbano...y que se enteren de lo bien que lo estamos pasando.Para que el derecho de asonada sea considerado como tal, debe abarcar horario nocturno, preferentemente de 24.01 a 6.00 de la madrugada.

El sábado pasado comenzó la temporada de bodas castilleras y el derecho de asonada fue ejercido en toda la jurisdicción del señorío almodovense, con el consiguiente desvelo de toda la servidumbre. Por suerte para el señor del castillo, no estamos en Fuente Obejuna. Sin embargo el derecho de asonada debe tener una contrarréplica. Debemos contrarrestar los efectos que al día siguiente nos produce la privacion del sueño y del merecido descando nocturno . A saber:

· Furiosas miradas hacia el castillo.

· Maldiciones y palabras malsonantes dirigidas en contra de unos recién casados que cargan con las culpas de la organización del evento.

· Impotencia al comprobar como las autoridades no vigilan ni controlan el estricto cumplimiento de las ordenanzas municipales en materia de actividades molestas o ruidosas.

· Periodos de somnolencia matutina o vespertina que disminuyen el disfrute dominical.

· Otros síntomas generales inespecíficos (irritación ocular, pesadez de párpados, inapetencia, apatía generalizada y ganas de echar un coscorrón a todas horas).

No podemos comparar, -aunque también producen igual sintomatología, pues la causa y el origen es el mismo-, las verbenas, festejos populares y ferias patronales que organiza el Ayuntamiento del pueblo con el Derecho de Asonada que se ejerce desde el castillo, ya que mientras las primeras son públicas, la asistencia es libre y gratuita y son sufragadas con el dinero de todos, lo segundo, las bodas castilleras limitan y prohíben la asistencia a todo aquel que no esté invitado, pagan los novios o en su defecto los padres de los novios y su carácter ostenta la consideración de celebración privada.

En definitiva este nuevo derecho de Asonada goza de total impunidad y como tal derecho, -adquirido a resultas de aplicar contundentemente la ley del más fuerte, como en la Edad Media-, se ejerce en menoscabo de los derechos individuales, que, sumandos, se convierten en el derecho de todo el pueblo de Almodóvar del Río a dormir a pierna suelta sin que se le haga botar en la cama cuando los invitados gritan sorpresiva y repetidamente al son de los compases de Paquito el Chocolatero.

Ya lo decia el poeta:

Que las noches del verano
no las joden los mosquitos
son las bodas de zutano
de una prima o un hermano
y el padrino con sus gritos

¡ Que vivan los novios!, clama
¡Que se besen! Que la bese!
mientras los cucos en la cama
como el pájaro en su rama
miramos como amanece




jueves, 17 de abril de 2008

¡ Una victoria más!

Mauthausen.El campo de los españoles




La Segunda Guerra Mundial comienza con el ataque alemán a Polonia, el 1 de Septiembre de 1939 y la declaración de guerra de Francia e Inglaterra, el 3 del mismo mes. Después de varios meses de inactividad en la frontera occidental de Alemania, el 10 de Mayo de 1940, las divisiones acorazadas alemanas comienzan la que ha sido denominada como “guerra relámpago”, conquistando en pocos días Holanda y Bélgica , provocando el derrumbamiento del ejército francés en el frente occidental y obligándolo a firmar el armisticio el 22 de Junio de 1940. En tan solo 42 días, Alemania había hecho sucumbir a Francia.


Al finalizar la guerra civil española, medio millón de refugiados habían cruzado la frontera francesa y encerrados en campos de concentración, que los franceses construyeron en las costas del Sur del país. Declarada la guerra a Alemania, muchos de ellos fueron obligados, por las autoridades francesas, a servir en el frente bajo uniforme francés en la Legión Extranjera, en unidades de choque (esto es, en primera línea de frente) o en compañías de trabajadores extranjeros. Una gran mayoría fue capturada por las tropas alemanas y enviada a los Stalags ( campo de prisioneros de guerra) desde donde fueron trasladados a los campos de concentración alemanes, y en especial a Mauthausen.


El campo de concentración de Mauthausen, comenzó a construirse el 7 de Agosto de 1938, en los alrededores del pueblo austriaco de Mauthausen, por prisioneros procedentes del campo de Dachau. Con el paso del tiempo, se expandió para dar cabida a los miles de presos de guerra, deportados y prisioneros políticos,- que diariamente llegaban a sus puertas para trabajar en las canteras de granito cercanas,- hasta convertirse en uno de los complejos de campos de concentración más grandes de Europa, con la construcción de tres campos adyacentes: Gusen I, Gusen II y Gusen III, que distaban escasos kilómetros del principal, el de Mauthausen.


Las autoridades nazis, habían planeado reconstruir las principales ciudades del III Reich de acuerdo con los planes del arquitecto nazi Albert Speer, y, para ello, necesitaban ingentes cantidades de granito.


En Enero de 1945 , el complejo Muthausen-Gusen, contenia unos 85.000 prisioneros. Se desconoce el número de víctimas exacto, pero se citan entre los 122.000 y las 320.000 el total de fallecidos en todo el complejo desde su construcción. Mauthausen–Gusen estaba etiquetado, por las autoridades nazis, de Grado III o campo de exterminio;lo que significaba que eran los campos más duros para los “enemigos políticos” del III Reich, y, en ellos, fueron exterminados principalmente los miembros de la Intelligentsia y de las clases sociales altas de los países conquistados “manu militari”.


Las condiciones de vida eran inhumanas y crueles hasta extremos insospechados. El trabajo era durísimo en las canteras y los presos caían muertos de extenuación o agotamiento. El hambre causaba estragos ( se estima que semanalmente morían unos 2000 presos por privación de alimentos) y las enfermedades diezmaban a los internos, a falta de asistencia médica. Los más débiles eran gaseados, incinerados en hornos crematorios o asesinados metodicamente por medio de inyecciones letales, despeñamientos por las canteras, duchas heladas (los internos eran obligados a pasarse horas y horas bajo un chorro de agua helada y morían de hipotermia), experimentos médicos, ahorcamientos y fusilamientos masivos.






Tres meses después de iniciada la II Guerra Mundial, llegó al campo de Mauthausen un grupo de 397 presos españoles, el número aumentaría hasta los 7.300 en 1945.A partir de 1943, los presos españoles prisioneros en Mauthausen provendrían de las filas de la resistencia francesa.

Se estima que alrededor de 35.000 españoles participaron en la Segunda Guerra Mundial junto a los aliados. De ellos, cerca de 10.000 acabarían presos en los campos de concentración alemanes, y, de estos 10.000, en el campo de Mauthausen, 7.300 prisioneros. Por tal motivo a este campo se le conocía por el sobrenombre de “ campo de los españoles”.De los 7.300 españoles que fueron recluidos, fallecieron unos 5.000; la mayoria ( el 80 %) en el campo de exterminio de Gusen.

Cuando las autoridades nazis requirieron al Gobierno del General Franco para determinar el destino de los prisioneros españoles, la respuesta que obtuvo fue que no existían españoles fuera de España. Por tal motivo, los prisioneros fueron catalogados como apátridas ( sin patria) y obligados a llevar el triangulo azul que los distinguia con la S de “ spanier” en el centro.

De manera que, entre Agosto de 1940 y Diciembre de 1941, los españoles fueron llenando Mauthausen y construyendo nuevos barracones a medida que el número de internos aumentaba. Una gran cantidad de españoles falleció durante 1941 y 1942, especialmente en los meses de Septiembre y Octubre de 1941 en el subcampo de Gusen, dedicado al exterminio de los más débiles.

Fue en este mismo campo de Gusen donde fallecieron dos almodovenses a finales de 1941:

Francisco Carmona Vicent, nacido en Almodóvar del Río el 5 de Julio de 1903 fue recluido en la prisión: XI-B de Fallingbostel y deportado al campo de exterminio de Mauthausen el 27 de Enero de 1941. Tenía 38 años de edad cuando traspasó las puertas del infierno. Más tarde fue trasladado a Gusen donde falleció el 21 de Noviembre de 1941.

Antonio Molina Valderrábanos, nacido en Almodóvar del Río el 19 de agosto de 1908 fue recluido en la prisión: XI-B de Fallingbostel y deportado al campo de exterminio de Mauthausen el 27 de Enero de 1941. Tenía 33 años de edad cuando cruzó, junto a su compañero Francisco Carmona Vicent las puertas del. Murió en Gusen el 28 de Diciembre de 1941. Un mes después de que lo hiciera su compañero y paisano.

Nuestros paisanos sufrieron vejaciones, trabajos pesados y privaciones sin cuento. La vida en Mauthausen y Gusen pasaba por el trabajo forzado en las canteras de granito, a la que se accedía por una escalera de 180 peldaños que los presos debían recorrer de diez a doce veces al día cargados con grandes piedras.

Debido al elevado número de españoles en el campo, a mediados de 1941 funcionaba a pleno rendimiento una organización clandestina, experta en la supervivencia e integrada mayoritariamente por los españoles. Dicha organización salvó la vida de numerosos deportados de otros paises y de sus compatriotas recién llegados, repartiendo medicinas robadas y redistribuyendo las escasas raciones de alimentos entre los presos más débiles y enfermos.

Cuando la 11 ª división acorazada del ejército norteamericano liberó Mauthausen, el 5 de mayo de 1945, grandes banderas republicanas adornaban la entrada. Encima de la puerta se podía leer una gran pancarta escrita en español que decía : LOS ESPAÑOLES ANTIFASCISTAS SALUDAN A LAS FUERZAS LIBERTADORAS”







Entre el contingente de españoles liberados se encontraban otro paisano nuestro, que tuvo más suerte que sus compañeros fallecidos en Gusen y pudo saludar a las tropas estadounidenses que franquearon Mauthausen a bordo de sus blindados.

Este era José Molina Cost, nacido en Almodóvar del Rio el 19 de Enero de 1903. Fue recluido en la prisión: XII-D en Traer y deportado al campo de exterminio de Mauthausen, el 3 de Abril de 1941, a los 38 años de edad. Fue liberado el 5 de Mayo de 1945. Estuvo prisionero en Mauthausen cuatro años y un mes.


Fotografia del grupo de españoles liberados del campo de Mauthausen.Es posible que José Molina Cost fuera una de ellos.

Un último cuco fue recluido preso en el stalag ( campo de prisioneros ) de Compiegne, el 21 de Mayo de 1944. Se llamaba Andrés Gallego y había nacido en nuestro pueblo el 30 de Agosto de 1916. Tenia por lo tanto 28 años. Fue deportado, el 24 de Mayo de 1944, al campo de concentración de Neuengamme ( Hamburgo) ,-destinado a la fabricación de ladrillos,- y formó parte de los 750 españoles recluidos en él. El campo fue liberado por las fuerzas británicas el 4 de mayo de 1945. Sin embargo, la liberación de Andrés Gallego no está fechada ni datada, esto es, no sabemos si continuó en el campo de Neuengamme hasta que fue liberado ni la fecha en que recobró la libertad.




Cuatro cucos traspasaron los límites del horror que un ser humano puede soportar. Estas fábricas de los horrores, que eran los campos de exterminio nazi, a pesar de la sofisticación de sus métodos de exterminio, no pudieron con las ganas de vivir de los prisioneros y la esperanza en una victoria final de los aliados, que los liberara del infierno en el que se encontraban atrapados. No debemos permitir que sus vidas, la vidas de tantos masacrados en estos antros de la muerte, queden en el olvido.Es nuestro deber, rescatarlas ofreciéndoles este pequeño, pero sincero homenaje. Creo que puede ser el inicio de un mayor reconocimiento por parte del pueblo al que nunca pudieron regresar.

Cuando los españoles llegaban al último peldaño de la escalera que los llevaba a la cantera siempre pronunciaban esta frase: “ Una victoria más”.

A la memoria de Francisco Carmona Vicent, Antonio Molina Valderrábanos, José Molina Cost y Andrés Gallego.


lunes, 31 de marzo de 2008

Cuatro cucos en America





Descubierto el Nuevo Mundo

Partió solo y sin mozuela

Y al Caribe puso rumbo

Don Andrés de Valenzuela



En el catalogo de pasajeros a Indias ( Archivo de Indias, Sevilla) encontramos a tres cucos que parece ser que fueron los primeros que cruzaron la Mar Oceana buscando un futuro mejor en las Indias Occidentales. No habían transcurrido 19 años del descubrimiento, cuando Andrés Valenzuela, natural de Almodóvar del Río, hijo de Hernán López Canalero y de Inés de Valenzuela decidió embarcarse hacia el Nuevo Mundo, exactamente el 8 de Agosto de 1511.

Años más tarde, el 18 de Julio de 1567, otro cuco emprendió el viaje que lo llevaría al Perú como criado de Hernán de Arias y Saavedra. Nuestro paisano se llamaba Baltasar González, era soltero e hijo de Bartolomé González y de Mecía González.

El 28 de Febrero de 1614 se inscribe en la lista de pasajeros que van a partir para Isla Margarita, Ambrosio de Espinosa, contador de la Real Hacienda de la Isla Margarita acompañado de su mujer, dos hijas y un hijo, dos criadas, un ama de llaves con su esposo y un criado llamado Marcos de Rueda, también natural de Almodóvar del Río e hijo de Gabriel Gil de Rueda y Francisca Fernández.

A mediados del siglo XVII, exactamente, el 4 de Mayo de 1643 embarcó para el Perú otro paisano nuestro. Se llamaba Luis Antonio de Mora y Aguilar natural de Almodóvar del Rio , hijo de Luis Antonio de Mora y de Maria de Aguilar, que acompañaba a Lorenzo de Torres y Sosa, maestrescuela de la Catedral de Arequipa como criado a su servicio.

Si los tres últimos acompañaron a sus respectivos señores, desconocemos los motivos que impulsaron a Andrés de Valenzuela a semejante odisea marítima, desafiando a las tormentas oceánicas y a los monstruos marinos que acechaban a los navegantes desprevenidos.

Su nombre, bien merece una calle en el pueblo que lo vió nacer.

Gracias a un lector anónimo que ha ampliado la lista con suministrando la información referente a Luís Antonio de Mora y Aguilar.

martes, 18 de marzo de 2008

El castillo de Abecera S.A.




Me he permitido cambiarle el nombre al castillo de Almodóvar del Río y sustituirlo por su nombre verdadero. Abecera es la sociedad anónima responsable de su gestión y del proceso de tematización, proyectado para atraer a un turismo poco exigente y rentabilizar al máximo el monumento.

Parece, que dado el incremento en el número de visitas y de los precios de entrada, el objetivo se va consiguiendo año tras año. Para evitar en lo posible que los turistas más listillos o más remisos a la hora de pasar por taquilla se introduzcan en el castillo sin el consentimiento de sus anónimos gestores, estos han cerrado con una reja la cueva por la que se colaban. Gracias a esta tajante medida, las cuentas les salen redondas.




Pero no solo son las visitas al castillo la única fuente de ingresos, como todos sabemos y soportamos en las cálidas noches de verano. Una gran carpa desmontable se alza durante los meses más fríos y templados en la plaza de armas, rodeada de grandes compresores de aire acondicionado que introducen ,sus flexibles tubos, en las mismas entrañas de la enorme tienda, para calentar el ambiente de bodas, bautizos, comuniones y demás actos culturales.




Adolfo Fernández de Casanova, ilustre arquitecto de principios del siglo XX y miembro de la Real Academia de Historia, no tenia la suficiente imaginación ni la capacidad fabulatoria de estas entidades anónimas, que han salpicado la fortaleza de los pequeños detalles que al insigne restaurador del monumento se le pasaron por alto.

Los caños de una fuente, con su pilón, escoltado por coniferas incipientes, es uno de estos detalles que debemos agradecer a las mentes anónimas, que han elegido para su ubicación el lugar más adecuado, evitando afear sobremanera la plaza de armas y la vista de la imponente Torre del Homenaje.



.

Parece que el arquitecto no tuvo en cuenta las posibilidades futuras del monumento cuya restauración le fue encargada. ¿Como no se le ocurrió al ilustre académico conectarlo con el alcantarillado público del pueblo que se refugia bajo su sombra y protección? Puede ser que en aquellos tiempos los preceptos de higiene pública no fueran lo suficientemente conocidos o se tuvieran en escasa consideración. Sin embargo, y a pesar del vertiginoso progreso al que ha asistido la humanidad en los últimos cien años, se sigue vertiendo al cerro de la Floreta, en su cara Sur (por el lado de la Cortadura, para entendernos), las aguas fecales, producto de las “cagadas” y “meadas” de los de la fortaleza y de sus visitantes.

Y llegamos al monumento de los monumentos. A la joya suprema que alberga en su interior. La portentosa Excalibur. La espada de las espadas. La leyenda hecha realidad. ¡ Hela aquí!




Que importan castillos, reinos, condados,ducados, autonomías y estados soberanos si esta empresa anónima tiene la espada en su poder. ¡Temblad vasallos y demás villanos! La espada nombra alcaldes y reyes. ¡Ay de aquel que ose oponerse a los designios de los dueños de Excalibur! Solo una mano poderosa puede sacarla del peñasco, pues como dice la leyenda: “Aquel que la metió, que la saque”.




El castillo de Abecera. Una pantomima del castillo de Almodóvar del Río. Una espina clavada, que, como la espada, será muy, pero que muy difícil extraer del corazón de Almodóvar.

Perdonadme el lenguaje soez y en ocasiones vulgar que cuando hablo del castillo empleo, pero me es imposible refrenarlo. Lo siento si vuestra sensibilidad se ve afectada.




No me gustaría finalizar mi zurriagazo sin que conozcáis otra leyenda o dicho que circula soterradamente, pero cuya fuerza va creciendo en la conciencia de los cucos y que dice que aquel o aquella que mande la espada al carajo “ un buen par tendrá debajo”.

viernes, 14 de marzo de 2008

Almodóvar del Río.Epigrafía romana y visigótica.

Escrito que Don Enrique Romero de Torres cursa al Excmo. Sr. D. Antonio Cánovas del Castillo, Director de la Real Academia de la Historia y publicado en el año de 1987 en el Boletín de la Real Academia de Historia.



Excmo . SR . :

Hace unos meses tuve noticia que en el inmediato pueblo de Almodóvar del Río, la antigua Cárbula (Hübner, 2322-25), habíase descubierto un mosaico -de grandes dimensiones en el sitio denominado Dehesa de la Barca, próximo á la margen izquierda del Guadalquivir. Invitado por mi afición á la ciencia arqueológica fuí á ver este descubrimiento ; y aunque poco tiempo pude disponer en mi rápida visita á dicho pueblo, no obstante aproveché bien las horas de mi estancia allá, y no fué del todo infructuoso mi viaje. Por desgracia el mosaico objeto de mi excursión había sido ya destrozado por la ignorancia y la barbarie, y solamente pude apreciarlo á la ligera en un hermoso trozo y varios fragmentos que por curiosidad obran en poder de algunos vecinos del mencionado pueblo. No tiene, en nuestra humilde opinión, la importancia que antes de conocerlo creímos tuviese, al asegurarnos alguien que era parecido á los que se conservan en la Huerta de los Arcos, propiedad del ilustre prócer Excelentísimo Sr. Marqués de la Vega de Armijo, descubiertos hace años en sus posesiones de Bobadilla ; pero, aunque muy inferior á éstos, por pertenecer á época distinta y decadente, como claramente lo indican sus sencillas labores compuestas de tesseras negras y blancas de tosca ejecución, que hacen estimarlo, al parecer, de la dominación visigoda, sin embargo, es curioso por su gran tamaño, por el carácter peculiar de su dibujo y por el sitio en que se ha hallado, en el que diariamente. se están encontrando lápidas, objetos y fragmentos importantes . Algunos de éstos conserva el vecino D. Antonio Córdoba Espejo, que tuvo la galantería. de enseñarme su pequeña colección arqueológica, la cual, debida á su afición, ha llegado á formar, compuesta de ánforas, ungüentarios, monedas, urnas cinerarias y dos lápidas visigodas y otra. romana, cuyas inscripciones copio á continuación .

La primera y mejor conservada dice así en toscos caracteres :

SANCTVS ( FAM.VLVS DEI I VIXIT ANNOS I XX RECESSIT 1 IN PACE

SVB DIE I VII IDVS FEBRV . . . . .

La segunda está muy mutilada y debió ser muy hermosa y de algún personaje importante romano.

Dice así en grandes y bellos caracteres :

CATVLL . . . . .

A N N O . . . .

S EST-S

La tercera, ó sea el reverso de la anterior, dice en iguales caracteres que la primera:

NVS . . . . . 1 CESSIT IN PACE 1 SVB DIE XVI KL I SEPTEMBRIS

Lo que tengo el honor de poner á la consideración de V . E por si dichos datos históricos los juzga importantes para publicarlos en el BOLETÍN de esa Real Academia. Dios guarde á V. E. muchos años.

Córdoba, 22 de Julio de 1897 .

ENRIQUE ROMERO DE TORRES.

Excmo. Sr. D. Antonio Cánovas del Castillo, Director de la Real Academia de la Historia .

jueves, 6 de marzo de 2008

Un escudo de armas tomar



Un castillo plateado
Que campo de gules acota
De la selva, cinco reyes
Rampantes, a salto mata

De corona, un marquesado
Por sombrero o mascota
Y una orla que las leyes
No dicen que lo remata





La descripción oficial del escudo de armas de Almodóvar del Río, -según el Decreto 2.857 / 1963 de 31 de Octubre y conforme al dictamen de la Real Academia de Historia,-es la siguiente:

“Escudo cortado, primero, de gules el castillo de plata; segundo, de plata, la cruz de gules cargada con cinco leones de oro. Al timbre corona de Marqués”.

El escudo es “cortado” por la mitad horizontalmente. El primero, o campo superior, es de gules (rojo granate) y castillo de plata. El segundo, o campo inferior, alberga una cruz de gules (cruz roja) con cinco leones (rampantes) de oro. Y todo el conjunto coronado por una corona de Marqués.

No se nombra, ni aparece, la orla apergaminada y enrollada que rodea al escudo. Sin embargo, si podemos observar, este ornamento adicional, en el escudo de armas que se encuentra a las puertas del transformador del Ayuntamiento.

Ateniéndonos a la descripción anterior, llegamos a la conclusión que el aditamento es fruto del artífice del escudo ( del que lo hizo) o de aquel que quiso que luciera esplendoroso en la plaza de la Constitución, encargándole al artífice ( al que lo hizo) que lo adornara todo lo que pudiera, como diploma de guardería o menú del castillo.

Esta representación del escudo, a las puertas del Ayuntamiento, no es el escudo legal u oficial de Almodóvar, puesto que se adorna de una orla que no aparece recogida en el citado Decreto, siendo, por lo tanto, una representación caprichosa y hortera de nuestro escudo; merecedora de critica y motivo irrisión entre los iniciados.

Todos somos conocedores de la corriente artística que se impuso durante la época socialista en nuestro pueblo; donde el amarillo albero de la piedra artificial, los parterres rompe piernas, las farolas elevadas sobre pedestales amarillo albero, inundaron, de la noche a la mañana, el casco urbano.

Tened, por tanto, muy presente que, ese, no es nuestro escudo hasta que sea “desorlado” por el artífice que lo hizo, recuperando la simplicidad y abandonando el barroco “rocucó” imperante por aquellos tiempos del puño y la rosa.

lunes, 18 de febrero de 2008

Réquiem In Pace





La sombra de los cipreses del cementerio ya no es alargada. Tampoco creen en Dios, estos árboles que han comprobado, -en sus propias “carnes”,- cómo la inmisericorde mano del ser que creó a su imagen y semejanza, se ha cebado con ellos, desvistiéndoles del perenne follaje de cintura para abajo. La sierra ha acabado con ellos: podando ramas, abriéndoles heridas incurables y desfigurando su estilizado porte.¿ Quién ha sido el autor de semejante locura?¿ Quién ha sido el ignorante que ha autorizado la poda de una especie arborícola que no se poda; que nunca se ha podado?. Solo en nuestro pueblo, y gracias a la ignorancia supina se ve semejante desvarío. ¿ Es que antes de cometer tan irreparable atentando no podrían haber tomado el sabio consejo de los expertos, o, en su defecto, de gente con un poco de sentido común?. Estos cipreses centenarios, que han visto pasar generaciones de cucos, con los pies por delante, debajo de su copa han sido desnudados y pelados por los hijos de aquellos que cruzaron las puertas del camposanto para no volver . El que ordenó la poda, ya puede descansar en paz por los siglos de los siglos. Amén

Oda a los cipreses desnudos

Cipreses del cementerio
Madera de buen laud
Lanzas de alargada sombra
Que ennegrece a la que nombra
Al que va en el ataud

Cipreses del cementerio
Mudos testigos del llanto
De amigos y familiares
Que moran por estos lares
Desnudez en el camposanto

Cipreses del cementerio
Que el aire hace danzar
como baile de derviche
¿Quíen os ha dejado el tronco
como cola de caniche?

Cipreses del cementerio
Centinelas impasibles
de las puertas de la muerte
de retoños imposibles
no os acompaña la suerte

Cipreses del cementerio
Que brotais en santa tierra
Que daño nos habréis hecho
Para podaros un trecho
Con la santa motosierra

viernes, 8 de febrero de 2008

De cerros, lomas y mesas



Está el término municipal de Almodóvar del Río, dividido en dos mitades por el río Guadalquivir; que lo recorre de Este a Oeste. La mitad Norte la ocupa en toda su extensión las estribaciones de Sierra Morena. La mitad Sur la conforma un suave relieve de terrazas fluviales, vaguadas o pequeños valles.- abiertos por arroyos que desembocan en el Guadalquivir por su margen izquierda.- y lomas redondeadas por la intensa roturación a la que han sido sometidas durante miles de años, a la que denominamos campiña.

Sierra al Norte, campiña al Sur. Separadas por el fértil valle del Guadalquivir son los tres elementos constituyentes de nuestro paisaje y de nuestra orografía. Situado en el extremo Oeste, en la margen derecha del gran río, se encuentra el pueblo de Almodóvar, bajo la sombra del cerro de la Floreta (232 mts).

Si ascendemos la ladera de este imponente cerro o mole granítica, y tras abonar religiosamente en taquilla el importe de la entrada a “nuestro castillo”, (excepto los miércoles por la tarde, que es gratis para los cucos) subimos a la Torre del Homenaje, podemos divisar desde una grada que nos alza por encima de las almenas un vasto paisaje, llegando incluso a adivinarse en los días claros las blancas cumbres de Sierra Nevada.

Si bajamos un poco la vista, en primer término, hacia el suroeste o a la derecha de Villaseca, se extiende hacia el Sur la Loma de los Carneros (136 mts) flanqueada a su derecha por el arroyo de Guadalmazán y a su izquierda por el arroyo de la Fuente de la Cañada. También podemos comprobar como las terrazas fluviales del Guadalquivir testimonian los distintos niveles del cauce que el río ha ido socavando en el transcurso de millones de años.

En el extremo Este se encuentra el cerro de Rojas (201 mts), en la misma divisoria con el término de Córdoba y máxima cota de esta mitad Sur.

Descendemos de la Torre del Homenaje y volvemos a subir fatigosamente a la Torre Cuadrada, que nos permite contemplar un paisaje más humanizado, con el casco urbano de Almodóvar a nuestros pies. Si dirigimos la vista hacia el Noroeste y con la vista recorremos el primer tramo del camino de las Pitas.- que nos lleva al campo de Fútbol,- encontraremos la cima del cerro de San Cristóbal (186mts), donde se encuentran los depósitos de agua del municipio. A la izquierda del campo de fútbol, y coronada por una residencia para retiros espirituales, parapetada tras un bosquecillo de confieras, se oculta la Peña del Águila.

Hacia el Noreste, frente al cruce del camino de Los Toros y en los terrenos de Fuenreal Alto se eleva el cerro de Las Palomas (144 mts), donde las primeras encinas nos indican que nos encontramos a las puertas de Sierra Morena. En esa misma dirección divisamos en la lejanía, lindando con el término municipal cordobés y dejándose lamer por el arroyo Guadarromán la mole de La Cigarra (365 mts).

Para continuar nuestro recorrido visual, debemos volver a cambiar de sitio y bajar de la Torre Cuadrada para subir a la Torre de La Escuela. Mirando hacia el Norte veremos como Sierra Morena se muestra en toda su inmensidad. Como la mar arbolada, una infinidad de cerros cubiertos de encinares y pequeños olivares, se suceden en la brumosa lejanía.

Si estiramos un poco el cuello y nos elevamos unos centímetros sobre nuestros talones y giramos la cabeza hacia el Noroeste, buscando la presa de La Breña, descubriremos en uno de sus extremos el cerro del Baldio (208 mts), que en la actualidad ha sido sajado con saña, extrayendo de sus entrañas, toneladas y toneladas de rocas para encajar el muro de la Breña II. Más al Noroeste, la carretera de servicio de la CHG discurre por la Mesa de Corbella hasta llegar al Molino del Barranco (hoy desaparecido, ayer en ruinas y antes de ayer a pleno rendimiento).

En medio del pantano, y separando el cauce del río Cabrillas y del Guadiato, se alza el cerro Ventura (212 mts) oculto entre un impenetrable y bien conservado bosque mediterráneo. Más al Norte de las fincas de cabeza Pedro Alto y los Lagares se eleva la Loma de Casarejos (429 mts). A un kilómetro al Este del caserío de Los Lagares y muy cerca de la divisoria con el término municipal de Villaviciosa se alza el pico más elevado del nuestro, el cerro de la Calera (498 mts).

Si adivinamos por donde discurre el Guadiato desde nuestra posición podemos contemplar a la altura del Cortijo de Alisné Alto la cima del cerro del Corchero (221 mts).Guadiato arriba, en la finca Covatillas, se erige el cerro del Romero. Según un mapa de 1895 este cerro era denominado en el s. XIX, del Algarrobo desconociendo el por qué de semejante cambio toponímico. Varias mesas o lomas de cima aplanada y alargada se suceden al Norte del Guadiato en su margen derecha, son las Mesas Altas y las Mesas Bajas.

Subiendo por el cauce de este río se descubre, en su margen derecha, gran roca que como la proa de un galeón sobre una montañosa ola parece que se va precipitar al vacío, La Peña del Cuervo. Guadiato arriba llegamos a la Mesa del Arrendal, para introducirnos poco después en una cerrada o estrechamiento que en 300 metros de anchura salva 250 metros de desnivel ( 45º) cubierta de un bosque impenetrable, la umbría de Las Perchas.

Por último finalizamos nuestro recorrido intentando descubrir cual de las cimas es el cerro de La Yesca, que aparece en el mapa del termino municipal de 1895, pero dado que en los mapas actuales no aparece reflejado, nos contentaremos con saber que se encuentra en la margen izquierda del río Cabrillas a la altura de Mesas Altas.

Este es el relieve de Almodóvar y sus principales topónimos; donde la historia ha ido dejando su huella en los nombres con los que los han sido bautizados y que debemos conservar y transmitir a las generaciones venideras.

viernes, 1 de febrero de 2008

La verdadera historia de Zaida.

Buscando información sobre la vida de Zaida, he encontrado este artículo, publicado en la red, por el estudioso conquense D. Agrimiro Saiz Ordoño, en el que se ilumina suficientemente la azarosa vida de la protagonista de nuestra leyenda.

“ La vida de la princesa Zaida no solo está llena de amplias lagunas, como por ejemplo su fecha y lugar de nacimiento, si no que además diversos historiadores manipularon de forma interesada pasajes importantes de su vida, rebatidas posteriormente por otros estudiosos basándose en diversas pruebas escritas, motivando que cualquier intentona de realizar una biografía medianamente completa resulte casi imposible.

Su madre es una absoluta desconocida y en lo que respecta a su padre los antiguos cronistas cristianos como Pelayo de Oviedo en el Chronicon Regum Legionensium, la Crónica Najerense, Lucas de Tuy en su Chronicon Mundi, Jiménez de Rada en De rebus Hispaniae, y en la Primera Crónica General afirman que Zaida fué hija de Abenabeth, rey de Sevilla, es decir Muhammad b. ´Abbad al´Mutamid (1040-1095). Este parentesco fué comunmente admitido por la historiografía posterior e incluso hoy en día puede verse en algún texto.

También he leido en la Enciclopedia Universal Ilustrada Espasa Calpe, que es hija de Almamum, rey de Toledo (?). Afortunadamente E. Lévi-Provençal (Hispano-arábica, 6) demostró, valiéndose de fragmentos cronísticos musulmanes inexplorados hasta entonces, aparecidos en la gran mezquita al-Karwlyin, de Fez, concretamente el tomo III del al-Bayan al-mugrib FiAhbar Muluk-al Andalus de Ibn Idari, que en realidad fué nuera y no hija del rey sevillano. El hecho de ser hija política parece ser que les fué motivo suficiente a los antiguos para declararla como hija natural. El Cronicón Villarense y, tras él, el Cronicón de Cardeña II dicen, sin mencionar a al-Mutamid, que era sobrina de d´Auenalfage, personaje al que Menéndez Pidal (La España de El Cid, II) identifica con Alhayib, rey de Lérida y Denia (1081-1090) o sea al-Mundir ´Imad al-Dawla.

Babbitt Theodore en su Crónica de veinte reyes afirma, entrecruzando datos, que era hija de Avenhabet, rey de Córdoba y Jaime de Salazar y Acha, en el trabajo Contribucion al Estudio del Reinado de Alfonso VI de Castilla en los Anales de la Real Academia Matritense de Heráldica y Genealogía 2 (1992-1993) pg.299-343, vá más allá diciendonos que Avenhabet es hermano de al-Mutamid. Nadie menciona su niñez ni pubertad hasta que Al-Bayan al-mugrib de Ibn Idari relata que se casa con el hijo del rey de Sevilla, Abu Nasr Al´Fath al-Ma´mun, rey de Córdoba.

Alfonso VI (1040-1109) toma en 1085 Toledo, alarmando a los andalusies que ven peligrar su futuro, forzándoles a tomar la decisión, no sin grandes reparos, de llamar en auxilio a unos curtidos guerreros, nómadas bereberes -sobre todo lamtumas- del otro lado del estrecho llamados almorávides. Son estos unos integristas radicales del islam, incultos como su jefe Yusuf Ibn Tasufin, austero derviche, vestido con pieles de oveja que se alimentaba de dátiles y leche de cabra como los legendarios guerreros fundadores del islam.

El rey sevillano al-Mutamid le pide ayuda en estos términos:

«Él [Alfonso VI] ha venido pidiéndonos púlpitos, minaretes, mihrabs y mezquitas para levantar en ellas cruces y que sean regidos por sus monjes [...] Dios os ha concedido un reino en premio a vuestra Guerra Santa y a la defensa de Sus derechos, por vuestra labor [...] y ahora contais con muchos soldados de Dios que, luchando, ganarán en vida el paraiso».

(Citado por al-Tud, Banu Abbad, de Ibn al-Jakib, al-Hulal, pg. 29-30).


Yusuf viene con su ejército y se encuentra con una tierra rica cual paraiso; también observa el relajamiento de los preceptos doctrinales del islam y la gran tolerancia para con los judios y cristianos. Esto le exaspera y, alentado por la división entre las distintas taifas, se vuelve contra los que le llamaron en auxilio. Caen Málaga, Granada y viendo el giro que habian tomado los acontecimientos el rey al-Mutamid le pide a su hijo al-Ma´mun, que le dejó al cargo de Córdoba, que aguante como pueda la posición de la ciudad, pues sería inevitable que tras la caida de esta fortaleza se pudiera mantener la de Sevilla. Los almorávides se acercan a Córdoba y al-Ma´mun preveyendo un fatal desenlace pone a salvo a su esposa, Zaida, enviandola con setenta caballeros, familiares incluidos, al castillo de Almodóvar del Río que anteriormente había fortificado y abastecido.

La dispersión de los barrios cordobeses y la connivencia de sus moradores influyeron decisivamente para que el 26 de marzo de 1091 cayera la capital según lo cuenta Abbad, T.Ipg. 54-55, Cartás y Abd-al-Wahid: «Fath al-Ma´mun intentó abrirse camino con su espada a través de los enemigos y de los traidores pero sucumbió al número. Se le cortó la cabeza, que la pusieron en la punta de una pica y pasearon en triunfo».

Enterada de la desgracia de su marido y de la pérdida de la ciudad en que vivió, sabiendo que ya nunca podría regresar, descarta dirigirse al palacio sevillano de su suegro, Al´Mutamid, al que se le presagia la misma suerte y acepta el consejo de este para ponerse a salvo: refugiarse en la corte toledana de Alfonso VI (entre ambos reyes hubo multiples acuerdos y desacuerdos, alianzas y batallas) siendo portadora de un tratado de estricta supervivencia, consistente en la entrega de las plazas en la frontera norte de Uclés, Amasatrigo y Cuenca para su defensa y protección a cambio de ayuda al sevillano ante la crítica situación frente a los almorávides.

Es en este punto donde casi ningún historiador se pone de acuerdo. Jiménez de Rada en su De rebus Hispaniae introduce la noticia de la entrega de diez fortalezas como dote. La Crónica General, la Crónica de veinte reyes y Sandoval y Florez lo dieron por bueno. Sin embargo E. Levi-Provençal (Hispano-arábica, 4) se mostró escéptico al respecto por que una cesión de esa naturaleza, como complemento al gesto de la entrega de una princesa era extraña a las prácticas musulmanas. Por otro lado J. González (Repoblación de Castilla La Nueva) lo califica como absurdo puesto que todavía vivía la mujer de Alfonso VI, Doña Constanza. En favor de esta hipótesis debe recordarse el dato de que poco más tarde, en 1093, Al-´Motawakkil de Badajoz buscó la ayuda de Alfonso a base de cederle Santarem, Lisboa y Sintra.

En una de las dos únicas publicaciones monográficas destinadas a nuestra princesa, Julio Perez Llamazares en la separata de la revista Hidalguia, numero 9 del mes de marzo-abril de 1955 con el título de Zaida recoge unos escritos del canónigo de la Real Colegiata de San Isidoro del siglo XII, Lucas de Tuy diciendo que «trató a los que trataron a Zaida, sin mediar más que una generación» y relata situando los hechos en el 1082 que «[...] como aquella doncella, llamada Zaida, hija del rey de Sevilla (?) llamado Benabeth, viendo los milagros que Nuestro Señor por su santo confesor -San Isidoro- tan magnificamente declaraba [...] renunciando a Mahoma y a sus falsedades, deseaba venir de todo corazón a la gracia del santo bautismo. Y como su padre fuere algo inclinado a la fé católica, por que según se dice, S. Isidoro se la había enseñado una noche que se le apareció por cierta visión, y aquella inclinación tenía secreta [...] acordó con el rey D. Alfonso hijo del rey D. Fernando el Magno, enviándole grandes dones y riquezas y suplicándole afectuosamente que tuviese por bien enviar sus caballeros por la dicha docella, y que la trajeran y pusietren a recaudo, pues tanto deseaba ser cristiana». En el conjunto de su trabajo hay aciertos pero al tratar de seguir al pie de la letra al Tudense, obviando otros, produce algo parecido a una novela.

El otro escrito sobre Zaida, donde lo de menos son las inexactitudes históricas, es un bello poema de la antigua lírica castellana, contemporanea y similar al Cantar del Mio Cid, aunque más reducido por estar prosificado donde describe a la protagonista como gentil princesa, doncella de gran hermosura, muy virtuosa, gallarda, discreta, esbelta, de singular belleza, de tez espléndidamente blanca, la epopeya no ahorra piropos, fiel al florido romanticismo dice que "se enamora de oidas" del «apuesto guerrero [Alfonso VI] gallardo y muy ducho en el manejo de las armas». Esta joya literaria medieval, El Cantar de la Mora Zaida, está recogida en Leyendas Epicas Españolas editado por Rosa Castillo en la colección Odres Nuevos de la editorial Castalia.

Lo cierto es que la llegada a Toledo de la joven y desvalida viuda turbó al maduro rey -51 años- que casado con una mujer enferma y sin hijos dio pie a unas relaciones sentimentales. Las aventuras extramatrimoniales de los monarcas eran habituales y la historia no habría tenido especial interés en mencionar los amorios con la bella princesa si no fuera por un hecho transcendental: tuvieron un hijo varón.

El rey castellano era muy mayor y tras cinco matrimonios y dos concubinatos (las relaciones incestuosas con su hermana Urraca merecen un aparte) no tuvo ningún hijo varón que le sucediera. Desde el mismo momento que nació Sancho Alfonsez el rey lo reconoció como su directo descendiente llamado a gobernar Castilla, León, Galicia con Portugal y el resto de condados.

Este hecho causó prejuicios en los cronistas cristianos apresurándose a incluir a la mora Zaida entre sus mujeres legítimas. Así Rodrigo Jiménez de Rada la insertó en el catálogo de las esposas legales, no sin embarullar de modo ostensible la lista de las damas reales. En la Crónica General se completó la transformación de la concubina en mujer legítima, debido probablemente al influjo del Cantar de la Mora Zaida con la afirmación de que «no fue barragana del rey, más mugier velada». Lucas de Tuy, en el siglo XIII, quiso suavizar el carácter de aquel enlace señalando que Alfonso la tomó "quasi pro uxore" y la Crónica de veinte reyes dice que fue "amiga" del rey. Sin embargo Pelayo de Oviedo afirmó taxativamente que Zaida fué concubina, afirmación que la Najerense repite al pié de la letra. Coinciden igualmente Alvarez Palenzuela y Luis Suarez Fernández en su Historia de España. Menéndez Pidal, respaldado por Levi-Provençal, restableció la verdad histórica al reafirmar el carácter de mero concubinato de aquellas relaciones. El hecho de no aparecer su nombre en ningún diploma real, al contrario que las esposas legales, lo corrabora. Recientemente Reilly en El Reino de León ha intentado renovar la idea del matrimonio fundándose en una referencia documental poco precisa dando a entender que el rey Alfonso queriendo confirmar los derechos al trono del infante Sancho habría repudiado en marzo de 1106 a su cuarta mujer para casarse con Zaida. Tal exposición carece de fundamento serio y pugna con las fuentes cronísticas, también sabemos que la princesa murió antes de ese año y finalmente, con la rotunda continuidad de la presencia de su esposa en los diplomas alfonsinos.

Habría incluso que pensar en un tercer escándalo: Alfonso estaba casado con su quinta mujer en abril de 1108, es decir, dos años después del supuesto repudio de su cuarta mujer. Se impondría admitir que Alfonso hubiera tenido también que repudiarla para contraer nuevas nupcias. P. Florez hablaba en su tiempo del laberinto de las mujeres de Alfonso VI donde se entra con facilidad pero se sale muy dificultósamente».

Zaida se acomodó en la corte castellana, renunció al islamismo, corriendo el riesgo de muerte que tal acción suponía entre los mahometanos, y se bautizó en Burgos con el nombre de Isabel (no confundir con la francesa Isabel). No solo conservó todas sus costumbres si no que las difundió e introdujo nuevos y frescos aires culturales de la esplendorosa sociedad musulmana. El historiador árabe, conquense de nacimiento, González Palencia escribe en su Historia de la España Musulmana que la corte de Alfonso VI, casado con Zaida (?), parecia una corte musulmana: «sabios y literatos muslimes andaban al lado del rey, la moneda se acuñaba en tipos semejantes a los árabes, los cristianos vestian a usanza mora y hasta los clérigos mozárabes de Toledo hablaban familiarmente el árabe y conocian muy poco el latín, a juzgar por las anotaciones marginales de muchos de sus breviarios».

Alfonso y su joven amada fueron inmensamente felices como se deduce por los epítetos con los que la enalteció "amantísima" y "dilectísima". Como fruto de su amor Zaida quedó embarazada, pero a la vez que nacia el tan deseado y esperado niño, Sancho Alfonsez, moría la madre. El rey quiso que descansara en el mismo sitio que había destinado para él mismo, sus reinas e hijos, y con tal fin le enterró en el Monasterio de Sahagún, exactamente en «el coro bajo, antes de llegar al atril» (La Flor de lis, Crónica histórica de los doce Alfonsos de Castilla y León y de las augustas reinas católicas, Angel Gamayo y Catalán, 1878). Quadrado, en sus Recuerdos y bellezas de España, dice que en«Sahagún descansa en túmulo alto el rey y debajo de una sencilla lápida Isabel y el joven Sancho, su hijo». Según el epitafio que se conservaba, parcialmente destruido, murió de sobreparto, en León, por la mañana a la hora de tercia el jueves 12 de Septiembre, desconociéndose el año «Una luce prins septembris quam foret idus sacina transivit feria 5 hora 3 Zaida Regina dolens peperit».

Hay también otro epitafio en una humilde losa en el suelo en San Isidoro de León, tardio, que cita Sandoval (Cinco Reyes) con el doble dato erróneo de que era hija del rey de Sevilla y fue reina «Hic quiescit Regina Domna Elisabet uxor Regis Adefonsi, filia Benabteh Regis Siuiliae, qua prius Zaida fuit vocata». Tambien lo cita Florez (Reinas Católicas), aunque con duda sobre su autenticidad. Así pues, se desconoce el año exacto del óbito, Reylly, Sandoval y Levi-Provençal dicen que en el año 1093, Florez y Menéndez Pidal lo situan el el 1099 y Fita se descarta por el 1101.

Sabiendo que su hijo murió en la famosa Batalla de Uclés o de los Siete Condes el 29-V-1108 «cuando era niño, incapaz de defenderse pero podía montar a caballo», precisiones que mueven a suponer que contaría entre 8 y 15 años. Podemos afinar más, sabiendo que aparece en los diplomas reales del año 1107 con los títulos de «puer, infans, regis filius o Toletani imperatoris filius», lo que confirma que Sancho era todavía niño, con 12 o 13 años cuando murió en Uclés. Lo mas indicado sea pensar que naciera, y por tanto falleciera su madre, entre 1095 y 1097.

La pronta muerte del príncipe me mueve a imaginar sobre el alcance que pudo suponer el hecho de que fuera hijo del rey cristiano del norte y una princesa mora del sur: encarnaba en su sangre todas las Españas, era doblemente hispano por su condición de musulmán y cristiano. ¿Estaría destinado a gobernar una península unificada?. Como descendiente musulmán que era, ¿no trataría de unificar más allá del estrecho... ?.

Pero no acaban aquí las vicisitudes. El Monasterio de Sahagún sufrió dos incendios, uno en 1812 y otro en 1835. Su comunidad fué exclaustrada temporalmente de 1820 a 1823 y definitivamente en 1836, lo que repercutió en los traslados de restos yendo a parar a la cámara del abad, al archivo, detrás del altar mayor y a la capilla de Nuestra Señora que servía de iglesia provisional mientras se restauraba la dañada. Cuando los monjes se fueron definitivamente, se los dejaron a sus vecinas, las hermanas también benidictinas, que los conservaron en secreto.

martes, 29 de enero de 2008

El burladero del señor párroco



Amigos e vasallos de Dios omnipotent
Si vos me escuchassedes por vuestro consiment
Querriavos contar un buen avenimet
Terredeslo en cabo por bueno verament


Un nuevo atentado contra el casco urbano de nuestro pueblo se ha perpetrado en los últimos días. Sus efectos podemos apreciarlos en la fachada de la casa parroquial. El albero de los cosos taurinos y el rojo de la sangre de los astados ha venido a sustituir el blanco “inmaculado” que enmarcaba el ladrillo visto. No esta permitida la utilización de otro color que no sea el blanco en el casco “histórico” de Almodóvar; sin embargo, todo podemos comprobar como el amarillo pajizo, el rosa pálido o el gris perla, junto con una extensa gama de zócalos de todos los colores y materiales va extendiéndose como las florecillas en el prado primaveral. Ni ordenanzas municipales ni leches. Aquí todo vale y todo se permite. Nada tememos. Sigamos así, que vamos bien.



A la plaza de Las Ventas
no envidiamos
Su fama ni parangón
Ni el coso de Los Califas
Lo queremos
Pues tenemos en el centro,
Situada en un rincón
La taquilla La Maestranza
Por lo menos
Ni internetes, ni unitikes
Ni la entrada virtual
A mi me asombra
Pues me voy a mi taquilla
Y me saco un abono
A la sombra

Y Además con su capilla
Para que rece el maestro
Dos o tres Aves Marías
Que le salven del morlaco
De Guardiola, de Mihura
U otras ganaderías

Colguémosle banderillas
Dos capotes, tres monteras
Y muchas otras más chorradas
Seguro que en el florido Mayo
Se lleva el primer premio
De las fachadas

Un pedazo” La Maestranza”
En el pueblo ya tenemos
Y en esta villa
Muy pronto celebraremos
En lugar de nuestra feria
La de Sevilla

Pero hay más fachadas, señores
Que maravilla
Que no son blancas
son amarillas

Que yo no miento
Que hay otra muy cerquita
L´Ayuntamiento

lunes, 28 de enero de 2008

Joaquin Turina y el castillo de Almodóvar


Joaquín Turina compuso, alrededor del 30 de mayo de 1931, la suite para piano “El castillo de Almodóvar” op. 65. de 13 minutos de duración. Dicha obra se orquestó el 30 de Septiembre de 1933, estrenándose el 14 de febrero de 1934 en el teatro de la Comedia de Madrid, bajo la batuta de Enrique Fernández Rabos y actuando como arpa solista Dña. Luisa Pequeño.

La orquesta estaba compuesta por los siguientes instrumentos:

Un arpa solista - dos flautas y un flautín - dos oboes - un cuerno ingles - dos clarinetes y un clarinete bajo - dos fagotes – contrafagot - cuatro trompas - tres trompetas - tres trombones - una tuba – timbales - percusión - arpa – celesta - cuerda



El único disco compacto editado que contiene la suite “ El Castillo de Almodóvar” fue lanzado al mercado el 19 de Octubre de 1999, por la compañía discográfica ASV. Es la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria ,bajo la dirección de Adrian Leaper, la que interpreta las cuatro obras de Turina que se incluyen:

La sinfonía sevillana op.23
Ritmos op.43 “ Fantasía coreográfica”
Evangelio op.12
El castillo de Almodóvar op.65


Tres piezas musicales componen “ El castillo de Almodóvar”:


Silueta nocturna (6´.07´´)
Evocación medieval (3´.43´´)
A plena luz (3´.25´´)

Es mi intención publicar, en este blog, la obra de Turina, inspirada en el monumento que corona el cerro redondo, -a la sombra del cual discurre nuestra vida-, y que vemos como se desvirtua y convierte, en un decorado de cartón piedra, en el que su gestor, bajo la anuencia de sus propietarios, está proyectando todos sus sueños infantiles.

jueves, 24 de enero de 2008

Las vías pecuarias de Almodóvar del Río.




El 1 de Junio de 1954, el perito agrícola del Estado, D. Juan Antonio Jiménez Barrejón, presenta un proyecto de clasificación de las vías pecuarias de Almodóvar del Río, a la Dirección General de Ganadería, dependiente del Ministerio de Agricultura. Dicho proyecto es aprobado por Orden Ministerial de fecha 27 de Abril de 1955, publicada en el Boletín Oficial del Estado de 7 de Mayo de 1955 y siendo certificada la aprobación del citado proyecto por Don Federico Gonzalez –Sandoval y Meneses, Jefe del Servicio de Vías Pecuarias de la Dirección General de Ganadería el 12 de Mayo de 1955.

Para la redacción del proyecto de clasificación de las vías pecuarias de Almodóvar del río, D. Juan Antonio Jiménez Barrejón se basó en los datos existentes en el Archivo del Servicio de Vías Pecuarias; de los obtenidos del Sindicato Vertical de Ganadería; de un anteproyecto anterior del ingeniero agrónomo D. Ramón de Olalquiaga; y por último, de la información testifical practicada en el Ayuntamiento de Almodóvar el día 12 de Marzo de 1954.

Don Juan Antonio Jiménez clasifica las vías pecuarias del término municipal de nuestro pueblo en tres tipos:

Vías pecuarias necesarias

- Cordel de Córdoba a Palma del Río.
- Vereda del arroyo del Tamujar o Baldio.
- Descansadero del Tamujar.
- Vereda de la Porrada.
- Vereda de la Breña.
- Vereda de Villaviciosa o Alisné.
- Vereda de la Tranca.
- Primer ramal a la población.
- Segundo ramal a la población.
- Colada de la Barca a La Carlota.
- Vereda del vado de Cortijo Nuevo.

Vías pecuarias innecesarias

- Vereda de Los Lagares

Vías pecuarias excesivas

- Cañada Real Soriana

En este blog, y teniendo en cuenta mi interés por la recuperación de los caminos públicos y vías pecuarias, iré dando cuenta , ateniéndome al proyecto descrito con anterioridad, del discurrir de los caminos de Almodóvar y de la situación actual en la que se encuentran.

miércoles, 23 de enero de 2008

Vereda del arroyo Tamujar




Esta vía pecuaria, se conoce también con los nombres de Vereda de Fuenreal y Vereda del Arroyo del Baldio. Tiene su arranque en la cañada Real Soriana, entre los kilómetros 19 y 19 de la carretera de Córdoba a Palma del Río, la cual va en la mayor parte de su trazado incluida en la expresada cañada Real.

En su comienzo tiene un ensanchamiento que constituye el denominado Descansadero del Tamujar. Del referido descansadero sale hacia el Norte la vereda que se describe, limitando por la derecha con la linde del cortijo de Cuevas Bajas y por la izquierda con las tierras del cortijo de Fuenreal Bajo.

Continua hacia el Norte atravesando el camino de Valdeolivilla y poco después el canal del Guadalmellato, donde termina por la izquierda la propiedad de D.José Bustamante.
Seguidamente toma la margen izquierda, aguas arribas, del arroyo del Baldio, dejando a la derecha las tierras de los Majadales Bajos, tocando más adelante las tierras de Covatillas, hasta llegar al Prado Sacristán.

Se cruza el arroyo que llevaba por su izquierda y entonces, la vereda, linda por este lado con las tierras de Fuenreal Alto, hasta empalmar con la vereda de la Porrada en el Prado Sacristán.

Tiene una longitud aproximada de cuatro kilómetros y le corresponde una anchura legal de veinticinco varas, equivalentes a veinte metros con ochenta y nueve centímetros.

En la actualidad esta vereda es imperceptible y tiene cortado el paso por una alambrada a la altura del acueducto con el que el canal del Guadalmellato salva el cauce del arroyo del Baldio.

martes, 22 de enero de 2008

Cordel de Córdoba a Palma del Río



Entra en el término de Almodóvar, procedente del de Córdoba, por tierras del cortijo de Rojas y dejando a la izquierda el Cerro del Águila, atraviesa la propiedad Sotillo Alto, para pasar a la de Sotillo Bajo y cruzando el arroyo del Temple, entra en las tierras del cortijo del mismo nombre. Continua llevando por ambos lados la propiedad de Cortijo Nuevo y después la del Cortijo del Rodriguillo y se llega al camino de Guadalcazar ( actual cruce de Guadalcazar).

En este cruce y coincidiendo por la derecha con el expresado camino, se aparta hacia el río Guadalquivir la colada de la Barca. ( Camino que en la actualidad se dirige bordeando el río a donde fondeaba la barca en esta ribera del río, frente al pasadizo que cruza bajo las vías del AVE).

Sigue, el cordel que se describe, con dirección Suroeste,llevando por la derecha las tierras del cortijo del Trance y por las izquierda pequeñas propiedades de las Herzuelas, hasta tomar por ambos lados las tierras del referido cortijo del trance y llegar así al arroyo de la Marota.

Cruzando el arroyo, se entra en las tierras de Villaseca y al llegar al cruce con el camino de Almodóvar a La Carlota, se encuentra la fuente–abrevadero de Villaseca dentro del cordel y de este punto, y coincidiendo con el camino indicado, en su ramal Sur se separa nuevamente del cordel, la Colada de la Barca a la Carlota. (El camino de Almodóvar a La Carlota parte de Villaseca y se dirige hacia el Sur hasta el Cortijo de Gil Pérez buscando el arroyo Guadalmazán. La referida colada de la Barca a La Carlota es un camino que iba del embarcadero, en este lado del río, hasta la fuente de Villaseca para enlazar con el camino de Almodóvar a La Carlota. En la actualidad ha desaparecido y no se encuentra rastro alguno, aunque si trazamos una línea, mas menos recta, desde estos dos puntos, podemos imaginarnos el trazado de esta colada)

Continua el cordel con dirección Oeste y deja a ambos lados las tierras de las particiones del cortijo de Villaseca, llegando al arroyo de Guadalmazán. Cruzado dicho arroyo, entra en tierras de la Algamarrilla, y atravesando esta propiedad, pasa a la del cortijo del Papa o Estrella Alta, penetrando después en el término municipal de Posadas, siguiendo el eje del camino de Palma. Tiene este cordel, dentro de la jurisdicción de Almodóvar del Río, una longitud aproximada de quince kilómetros y le corresponde una anchura legal de cuarenta y cinco varas, equivalentes a treinta y siete metros con sesenta y un centímetros.

Como podemos deducir de semejante trazado, la actual carretera del Sotillo y la de Villaseca es la que ha sustituido en la actualidad al cordel de Córdoba a Palma del Río, siendo la fuente de Villaseca de titularidad pública.