martes, 29 de enero de 2008

El burladero del señor párroco



Amigos e vasallos de Dios omnipotent
Si vos me escuchassedes por vuestro consiment
Querriavos contar un buen avenimet
Terredeslo en cabo por bueno verament


Un nuevo atentado contra el casco urbano de nuestro pueblo se ha perpetrado en los últimos días. Sus efectos podemos apreciarlos en la fachada de la casa parroquial. El albero de los cosos taurinos y el rojo de la sangre de los astados ha venido a sustituir el blanco “inmaculado” que enmarcaba el ladrillo visto. No esta permitida la utilización de otro color que no sea el blanco en el casco “histórico” de Almodóvar; sin embargo, todo podemos comprobar como el amarillo pajizo, el rosa pálido o el gris perla, junto con una extensa gama de zócalos de todos los colores y materiales va extendiéndose como las florecillas en el prado primaveral. Ni ordenanzas municipales ni leches. Aquí todo vale y todo se permite. Nada tememos. Sigamos así, que vamos bien.



A la plaza de Las Ventas
no envidiamos
Su fama ni parangón
Ni el coso de Los Califas
Lo queremos
Pues tenemos en el centro,
Situada en un rincón
La taquilla La Maestranza
Por lo menos
Ni internetes, ni unitikes
Ni la entrada virtual
A mi me asombra
Pues me voy a mi taquilla
Y me saco un abono
A la sombra

Y Además con su capilla
Para que rece el maestro
Dos o tres Aves Marías
Que le salven del morlaco
De Guardiola, de Mihura
U otras ganaderías

Colguémosle banderillas
Dos capotes, tres monteras
Y muchas otras más chorradas
Seguro que en el florido Mayo
Se lleva el primer premio
De las fachadas

Un pedazo” La Maestranza”
En el pueblo ya tenemos
Y en esta villa
Muy pronto celebraremos
En lugar de nuestra feria
La de Sevilla

Pero hay más fachadas, señores
Que maravilla
Que no son blancas
son amarillas

Que yo no miento
Que hay otra muy cerquita
L´Ayuntamiento